La astrología como ciencia exacta

Algunos humanos, observando las idas y venidas de los planetas en el cielo, afirman que las revoluciones de unos y otros están relacionados. «Hacemos lo que hacemos, ahora, porque los planetas están en esta posición. Cuando vuelvan a estar en esta posicióndicenvolveremos a hacer lo mismo. Mientras tanto, mientras llegue ese momento de la repetición, tenemos que intentar ver como, observando su paso, podemos predecir las cosas que van pasando a ras de suelo».

El planteo es completamente cierto. A cada momento de la tierra le corresponde un momento del cielo, y al revés. Lo que no es cierto es que, con su lamentable finitud, los humanos sean lo suficientemente inteligentes como para relacionar unas cosas con las otras. No pueden. La complejidad del cielo y de la tierra es tan cercana al infinito que solo es accesible a mi omnisciencia. 

Los que aceptan su ignorancia pueden gozar de la belleza de los anillos de Júpiter, limitar sus acciones a lo que pasa justo encima de la tierra y ser felices. Los que no lo aceptan pueden leer el horóscopo y darse una y otra vez contra la pared. Como en el universo no existe ni arriba ni abajo, decir que todo está escrito acá arriba es lo mismo que decir que todo está escrito allá abajo. Decir que «los planetas se mueven por lo que pasa a ras de suelo» es una verdad irrefutable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anillos de Júpiter? Es una prueba para ver si estamos atentos?

dios dijo...

Es una prueba de que los humanos se creen los horóscopos y no saben ni que Júpiter también tiene anillos.

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