Y de regalo, una cosmovisión

Disculpen que les haya tenido tantos días sin revelaciones. Escribo tantos blogs para tantos planetas que a veces no me apetece actualizar. A ver, que se me entienda, no es que sea complicado para mí, ya que si quiero escribo quince mil quijotes en menos de un segundo, pero mi infinita pereza es tan grande que a veces incluso este mínimo esfuerzo se convierte en imposible.

Para compensarlo hoy hablaré con voz certera a los que a veces, mirando el cielo de la noche, se quedan pensando en si será finito o infinito el universo, y les diré: es finito e infinito a la vez. Vean que es una cuestión de perspectiva. Para mí es fácil, pues como dije, o diré, lo veo todo desde todas las perspectivas a la vez... Pero también puede ser fácil para los mortales si lo piensan correctamente:

El universo, que es la unidad de todas las cosas, es uno, como dice su propio nombre. No es dos, ni cinco, porque el cinco y el dos, juntos, también son uno. Visto entero el universo es solo uno, un punto, un punto minúsculo en medio de la inmensidad del vacío, la nada, aquello que no es.

Ahora viene la parte difícil de entender: El universo, para que sea uno, necesita ser más que uno, porque si fuera solo uno se perdería en medio de esta nada en la que está... Y como la nada no existe (si existiera significaría que existe algo que no existe) el universo tiene que estar en todas partes, es decir, ser infinito, pues si tuviera un fin después de este fin tendría que haber algo que no es.

Que nadie intente entenderlo pensando en un espacio o un tiempo inacabables (como si el espacio fuera un calle con una casa con jardín después de otra o el tiempo un bonito atardecer después de otro) pues como ya diré, o dije, todas las cosas son al mismo tiempo en todas partes y en el mismo sitio para siempre... Exactamente como yo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cómo una parte del universo (dios) puede saber como es el universo?

dios dijo...

Buena pregunta, mortal. Un día hablaré con más detalle sobre esto, pero por ahora te revelaré que esta es precisamente una de las diferencias entre dios y los mortales.

Yo soy parte y todo a la vez, dentro y fuera a la vez.

Yo puedo saber como es el universo porque soy el universo y no soy el universo.

Y para acabar... Una confesión: Quién dijo que lo sé?

Anónimo dijo...

Yo creía que los dioses andaban siempre enojados y a punto de dar la vara a los mortales, pero he descubierto que hay algún dios con gran sentido del humor

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